jueves, 31 de marzo de 2011

Historia en versos. John Keats




Lo hermoso es alegría para siempre:
su encanto se acrecienta y nunca vuelve
a la nada, nos guarda un silencioso
refugio inexpugnable y un reposo
lleno de alientos, sueños, apetitos.
Por eso cada día nos ceñimos
guirnaldas que nos unan a la tierra,
pese a nuestro desánimo y la ausencia
de almas nobles, al día oscurecido,
a todos los impávidos caminos
que recorremos; cierto, pese a esto,
alguna forma hermosa quita el velo
de nuestro temple oscuro: talla luna,
el sol, los árboles que dan penumbra
al ganado, o tales los narcisos
con su universo húmedo o los ríos
que construyen su fresco entablamento
contra el ardiente estío; o el helecho
rociado con aroma de las rosas.
Y tales son también las pavorosas
formas que atribuimos a los muertos,
historias que escuchamos o leemos
como una fuente eterna cuyas aguas
del borde de los cielos nos llegaran.

Y no sentimos a estos seres sólo
por breve lapso; no, sino que como
los árboles de un templo pronto aúnan
su ser al templo mismo, así la luna,
la poesía y sus glorias infinitas
cual una luz alegre nos hechizan
el alma y nos seducen con tal fuerza
que, haya sombra o luz sobre la tierra,
si no nos acompañan somos muertos.
Así, con alegría, yo refiero
la historia de Endimión (...)

                                                                        Versión de Gabriel Insuasti




2 comentarios:

  1. Preciosa entrada !

    En Haikus del 27 marzo, mi agradecimiento por tu visita.

    Hermoso blog Watashi Wa.

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias Myriam, es curioso cómo se encuentran las almas por estos lares...

    Hermoso o no, lo cierto es que no tengo mucha idea para crearlo cómo realmente quisiera pero iré aprendiendo.

    Sé BIENVENIDA

    NAMASTÉ :-)

    ResponderEliminar