martes, 29 de noviembre de 2011

Lectura dominical

 En uno de los magazines semanales, leí una publicación con un fragmento que me conquistó...


          Existen palabras que solo se pueden decir en silencio, por más absurdo que eso pueda parecer. Los grandes genios, para componer sus sinfonías, necesitaban silencio y eran capaces de transformarlo en sonidos divinos.


" A través de la ausencia de conversaciones, conseguimos entender lo que está más allá "
    PAULO COELHO
" El silencio tiene su propia música; es el silencio lo que nos permite vernos a nosostros mismos y las cosas que nos rodean"


SAN JUAN de la CRUZ

(...)

De repente comprendí que también el AMOR, en ocasiones, necesita su propio silencio.




" Todo es un concepto que se puede explicar con palabras,
 pero sólo se puede comprender y sentir en silencio..."


La vida me enseñó a aprender del silencio y con él. A hablar lo justo, sólo cuando pudiera  expresar únicamente aquello que el receptor pudiera  captar perfectamente, pero resulta, que cada ser, es un mundo, y cada cuál, interpreta a su manera, así que si a través de las palabras, no podía llegar a quién amaba, mejor sería expresarme en silencio.
 En ocasiones una imagen, vale más que mil palabras y un silencio, también.
Me enseñó a escuchar, a deleitarme con las formas, a comprender lo nunca dicho. También a respetar y a ser feliz en silencio.

Aprendí a escucharme en silencio y a sentir en silencio...




... así es como elegí ser guardiana de mis silencios y no esclava de mis palabras.



4 comentarios:

  1. Hola Watashi.

    Como todo en esta vida el silencio está muy bien en su justa medida...

    Imagínate que a los que tenemos blog nos diera por dar excesivo protagonismo al silencio. En fin, ¡¡¡Viva la palabra!!!.....(se ve que hoy estoy por llevar la contra...jajajja), es broma, me ha encantado tu entrada, muy reflexiva y con una máxima perfecta..."Uno es guardián de sus silencios y esclavo de sus palabras", es más, me atrevería a añadir que en la época que nos ha tocado vivir, gracias a las tecnología, uno es casi esclavo de todo, no sólo de su palabra, menos de su silencio, que quiero pensar que es sonido de pensamiento, aunque también es verdad que en ocasiones es empanamiento mental.

    Besos amiga.

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  2. Namasté acróbata.

    Toda la razón, EN SU JUSTA MEDIDA pero ¿ como saber cuál es la justa medida? jajaja (esto sería rizar el rizo) pero te entiendo.

    Si diésemos demasiado protagonismo al silencio, supongo que poco a poco perderíamos la palabra, dejaríamos de compartir, dejaríamos de aprender y de interrelacionarnos, dejaríamos de conocernos y expresarnos y eso, sería una verdadera pena. ¡¡ A mí también me gusta la palabra! Pero esta entrada lo único que fue, es eso, un ápice de reflexión.

    Entendiendo el silencio cómo una herramienta más para conocernos tanto a nosotros mismos en profundidad, cómo a todo y a todos los que nos rodean.
    Incluso las veces que resulta un empanamiento mental, mejor digerirlo en este estado (...) las palabras, mal interpretadas o indevidamente expresadas, pueden dar lugar a incrementar dicho empanamiento.

    Para mí que el " todo" está en lograr el equilibrio: PALABRA- SILENCIO

    Un besazo guapo!!

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  3. ¿Dónde está la justa medida o el equilibrio?. Yo lo desconozco, por ello peco de "charlatana". Necesito el silencio para pensar y poner en claro los sentimientos. También necesito el silencio para leer y para psicoanalizar (a mi manera, claro está) a los demás. Para todo lo demás necesito la palabra y el gesto.
    Fenomenal post para refexión.
    Un besazo.

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  4. La verdad Towanda, es que lo desconozco... Supongo que es como lo de hervir la pasta, vas probando hasta que al final se consigue un perfecto " al dente"...

    Soy más de silencios que de palabras, eso es cierto, aunque no callo todo, jajajajaja ;) callo cuando desconozco y anhelo conocer, cuando no pretendo hacer daño, callo cuando algo me sobrepasa de tal manera que no sé que decir, callo si lo que voy a decir no es más bello que el silencio...

    Para casi todo lo demás ¡ nada de silencio! si me acompaña la música, canto, si estoy en desacuerdo, me muestro y si preguntan respondo.

    Supongo que como todo, el silencio también es relativo. Nos acerca puede acercar a nosotros y puede distanciarnos de los demás.

    Y me gusta que apuntes el gesto... para mi es imprescindible y reversible. Encaja perfecto con la palabra y/o con el silencio.

    Un abrazo bonita ;)
    ( ah, con esa labia que tienes y ese don de palabra, puedes ser todo lo charlatana que quieras, es un placer escucharte ;))

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