viernes, 25 de noviembre de 2011

Día Internacional contra la violencia de género



     Poco les quedaba por decir. Él tras someter a su pareja en reiteradas ocasiones durante la discursión, había  dado por zanjado el tema abofeteándola violentamente. Tanto que por unos instantes, ella había quedado sin sentido. Al recuperarlo, se dió cuenta que un hilo de sangre, se balanceaba coagulado sobre su canesú. Sus labios, no tenían sensibilidad alguna y apenas podía articular palabra.

Miró alrededor, al parecer estaba sola. Intentó incorporarse, ponerse en pie, pero le fallaban las fuerzas   ¿ que le había pasado? Una enorme punzada atravesó sus sienes, tras el impacto, recordó la escena. - No logro comprender ¿ cuando empezó todo, como pudimos llegar hasta aquí?

Volvió al remoto pasado, evocando su noviazgo y las ilusiones que ambos compartían. Él no era violento. Una breve secuencia la golpeó de nuevo. Una discursión añeja, con sabor a rancio, apareció como salida de una caja  sorpresa y tras ese sabor, una bofetada y una sensación de abandono emocional. Sus neuronas fueron ultrajadas e infravaloradas,desde entonces, se había ido desdibujando.

          - Aquella vez, él había bebido demasiado... Me juró que nunca volvería a pasar. Casi ni recuerdo  cuanto tiempo ha pasado desde aquello.¿  En que lugar de mi cerebro se archivó, que incluso se huelen las tupidas  telarañas que intentaban ocultarlo?

Aquella habría sido la primera vez.  Esta sería la segunda y última.

Hizo un esfuerzo, se refrescó las mejillas, aún ardientes, encendidas, y fue hacia su habitación. Pocas cosas necesitaba para marcharse. Mientras marcó un número de telefóno:  - Ven a buscarme por favor,  no ocurre nada, está todo bien...

Apenas un par de pantalones y dos sudaderas. El monedero con algo suelto y la documentación. Unos pañuelos de papel y del fondo del armario lo que más le costaba llevarse, aquello que hacíatantos años había depositado allí sin pensar que lo volvería a necesitar. Envuelto con un precioso lazo rojo lo deshizo con cuidado. Su valor junto a su dignidad.

Decidida, mientras atravesaba el umbral de la puerta, se giro para observar su pasado desde aquel instante. De repente, pareció olvidarse de algo y entró rápida. Una pequeña libreta y un lápiz era lo que necesitaba. Esgrimió unas letras veloces, pero con letra clara e incisa:

" Ahora puedes vomitar y escupirte mientras sigas vivo,
 mañana los gusanos no serán tan benevolentes"

                     Te quise. YO


 La esperaban en el portal. Una cara amiga al verla en aquel estado no preguntó.  Se miraron y al unísono asintieron: DENUNCIA.



NOTA: Esta historia, refleja una víctima mujer. Pero en su defecto pudiera haberse tratado de un hombre. Cuando decidí titularlo " contra la violencia de género" mi intención fue mostrar mi repulsa hacia la violencia o sometimiento,  independientemente del género que lo sufra.

Existen varios tipos de maltrato, no sólo el físico sino también el psicológico resultando este igual de destructivo. Ultimamente, abundan las separaciones y un gran número de veces, si no existe acuerdo entre ambas partes la custodia falla a favor de las féminas. Creo que independientemente de un sexo que nos diferencia existimos los seres humanos. Con igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades.

Realmente ¿ cuando o qué consideramos maltrato?

2 comentarios:

  1. Tu protagonista es de las mías: una chica de rompe y rasga! siempre digo que puede suceder una vez porque me pillará confiada, pero nunca una vez más pues tras la primera lo que sonará será la puerta al cerrarse tras de mí...

    Es lo que digo siempre, una y mil veces: a mis hijas para prevenir, a mis hermanas, para prevenir, a mis amigas, para prevenir, a las víctimas: para que tengan la fuerza necesaria para buscar en el rincón del armario ése bolsita olvidada donde escondieron un día su dignidad y con ella en la mano, salgan a la vida dándole un portazo al infierno de sus días.

    Mi solidaridad con todas ellas, con las que no son capaz de salir de ello y con las que fueron fuertes para luchar.

    Para las familias, que abran los ojos y que sin dudar: DENUNCIAR!

    Besos, guapa!

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  2. Con tu comentario cierras perfectamente esta historia, una de tantas, alguna de muchas...

    Por desgracia el temor es buen aliado para los que maltratan pero hay ocasiones en las que tiene fecha de caducidad y esa fecha sólo la decide quien lo padece.

    No es fácil denunciar, estoy segura, pues no sólo el temor, sino también el amor y la fe, hacen creer que la situación puede cambiar, pero no nos engañemos, la dignidad es indispensable para la vida, y alguién que es capaz de someter a un semejante, deja de ser semejante y deja de ser digno.

    Me gusta tu apunte de la prevención, si todos tuviésemos plena conciencia de ello no habría tanto prejuicio a la hora de llevar la denuncia a cabo.

    Preciosa tu entrada Mascab. Besos y feliz finde!! :))

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