lunes, 17 de octubre de 2011

Ana y el Rey





   "  Cuando la garganta estrangula la voz y una mujer decide omitir la palabra por absoluto,  eligiendo  no decir lo que en realidad siente (  aunque tiene mucho que decir),  sella sus labios impretérritos.  No necesita demostrar. Habla para sí misma y para su alma. Es entonces cuando la energía en su silencio, puede ostentar incluso a ser  un orgasmo atronador

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