Actividad constructiva I

        Con motivo de las fiestas de mi pueblo, cuyo patrón es San Miguel, se organizan en mi pueblo diferentes eventos:  fuegos artificiales, concierto- orquesta ( del más puro estilo pueblo donde los haya) , teatro infantil, " Correfocs" o Baile de Diablos,  encuentro de gigantes y diferentes tipos de actividades y talleres para niños...  Para niños de todas las edades.


        Haciendo alusión precisamente a este tipo de actividades vendré a presentar la mañana que pasamos dedicad@s a las mismas…

       Salí de trabajar. Después de doce horas ( mientras una no sabe realmente de que tiene ganas),  a la voz de ¡ ar!  una madre firme,  se tercia a lo que se preste…

           La oferta consistía en un anuncio de “ actividades y talleres infantiles” sin mostrar en el panfleto más detalle. Me dirigí a buscar a mi hija a su  "practicamente"  segunda residencia ( siendo esta la casa de sus abuelos)  pero al pasar delante del puerto ( paso obligado)  una nube de pompas de jabón me inundó. Seguro que ya estaba allí.
El puerto era el lugar donde habían ubicado los talleres al aire libre y al parecer, una de ellas consistía en espectáculo de pompas de jabón,  la otra un taller de construcciones.
Aparqué sin dilación y me dirigí hacia allí emocionada. ( Siempre me encantaron las pompas de jabón…)
Y no me equivoqué... A lo lejos vislumbré una flamante sonrisa. Allí estaba ella.

Junto a una amiga, tramaban la figura de su futura figura.  Me mantuve unos segundos observando hasta que se encontraron nuestras miradas. Nos inundamos a besos y me transmitió esa emoción irrefrenable que desprenden los niños, y a su vez, mi cuerpo cuál autómata,  embriagado por tan sublime sensación, se descalzó, arrodillándose en aquella moqueta descubriéndose en sus ganas por jugar.

¿ Cuál iba a ser nuestra figura? ¿ Qué queríamos hacer?

Un tutor- moderador, repartía fichas y educaba en el juego,  acerca de cómo conseguir construir  bases firmes que darían paso a estructuras sólidas a la par que dinámicas dejando lugar a la imaginación. 

 El truco estaba en crear bases resistentes y uniformes sin fisuras, creando puntos de unión homogéneos y reforzados ejerciendo sobre ellos, los principales puntos de apoyo, Lo que en arquitectura se denominan pilares.

El viento, como es habitual a orillas del mar empezó a danzar acelerandose al compás de sus embestidas. Parecía imposible mantener cualquier tipo de estructura... 

Poco a poco, esta fue tomando forma y a las ráfagas, parecía agradarle.  Niños de todas las edades, comprendidas entre uno y setenta y pico años, dabamos rienda suelta a la imaginación, desafiando al viento y transportándonos al mundo de los SueñoS...

  Barcos, un gato, un puente, un elefante e incluso una enorme construcción simulando al Duomo…

                 Entre tod@s los participantes creamos tantas bases y estructuras firmes, sólidas dinámicas e imaginativas, como radiantes, inocentes, compartidas, participativas y juguetonas SonrisaS…

   " Las personitas no tenemos edad cuando la felicidad ( en su base) es aprender a ser adultos, disfrutando como  niños..."