jueves, 31 de marzo de 2011

Un cuento de John Cage





                         En ocasiones, las personas suelen o solemos caer en un hecho absolutamente absurdo e inconsciente, consistiendo este únicamente en dar vueltas y marear los pensamientos que anidan  nuestra mente.  Si además, caen o caemos en el fácil prejuicio de “ intentar agitar” la conciencia de un igual, acabaran o acabaremos cayendo mucho antes.
En realidad, podríamos convertir cualquier hecho en uno más sencillo, aparcando ciertos patrones de conducta o prejuicios.  
Simple y plenamente deberíamos dedicarnos a VIVIR.
 "¡ Y para muestra, un botón!" - dicen o decimos...

Cuento de John Cage…
                "Probablemente ustedes ya saben aquél de los dos monjes, pero se lo voy a contar de todas maneras.

Un día iban caminando dos monjes, y de pronto llegaron a un riachuelo donde se encontraba una muchacha esperando que alguien la ayudara a cruzar. Sin pensárselo dos veces, uno de los monjes la cogió en brazos y la llevó al otro lado, dejándola a salvo en la otra orilla. Los dos monjes continuaron su camino y al cabo de un rato, el segundo, sin poderse aguantar, le dijo a su compañero: "Sabes que no te está permitido tocar mujer. ¿Por qué cogiste a esa mujer para cruzar la corriente?". El primer monje replicó: "Déjala en el suelo. Yo hace ya dos horas que lo hice”.




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