miércoles, 18 de mayo de 2011

Ginseng

Planta  perteneciente a una especie  del género Panax  ( curar), en latín, panacea.

Tiene las hojas divididas en 5 lóbulos. Las flores son de color púrpura y se disponen en umbela. Florecen a los cuatro años.  Los frutos son dos drupas. La raíz es carnosa y gruesa y con el tiempo,  puede adoptar una forma que recuerda a la figura humana. Puede alcanzar 60 cm de altura. Las raíces que tienen más años de crianza, son más ricas en principios activos.
 Se desarrollan en las zonas frías y estribaciones de las montañas de China, Corea, Rusia, Japón, Estados Unidos Mexicanos y Canadá. Puede crecer en medio de árboles (  pinos y abetos).
  Prefiere la sombra , un terreno bien drenado, húmedo y rico en humus.

Su raíz se utiliza tradicionalmente en la medicina china. La civilización china la consideró como un remedio para todas las cosas, y pasó a tener el nombre de ren sheng   “ raíz del cielo” con la creencia de que hacía la vida de las personas que la tomaban más duradera.  

No es una planta de acción estimulante sino adaptógena. Se le atribuyen propiedades para combatir la pérdida de memoria y la fatiga física y mental. Tratamiento de depresiones y atonía nerviosa. Trastorno de la sexualidad y coadyuvante en tratamientos de desintoxicación de alcohol, barbitúricos y opiáceos.
Tiene una acción efectiva sobre el sistema nervioso.
Fortalece las defensas y previene la aparición de enfermedades.
Incrementa la capacidad de la mente.
Disminuye el colesterol y equilibra los niveles de azúcar en la sangre.
Está considerado uno de los mejores afrodisíacos, mejora y  aumenta el deseo sexual.
En definitiva, el ginseng  correctamente  administrado  ayuda a superar las dificultades de la vida.
No obstante, no  está exento de contraindicaciones si se consume durante periodos prolongados.  Y en algunos casos, no está recomendado.
Pero cómo todo…
    Puede resultar  incluso “ mágico” en su  perfecta dosis...
    y me permití regalar dichas propiedades con el sencillo gesto, de obsequiarlo…



( Si  acaricias mi imagen, te canto algo... ;-))






2 comentarios:

  1. En mis lejanos años de estudios recuerdo haberlo tomado y la verdad.......no notaba nada. Igual cualquier día lo vuelvo a probar a ver si ahora si noto alguno de sus saludables efectos.

    Abrazos Gomen nasai.

    ResponderEliminar
  2. En realidad, acróbata, yo no lo consumo, tan sólo lo regalé...

    Hace años viví ena etapa Ginseng y como dices, no noté sus efectos ( o no fui consciente),pero después de leer sus múltiples y beneficiosas propiedades, quién sabe, quizás también lo "re-pruebe" ;-)

    Besikos !!

    ResponderEliminar