" Cuando la garganta estrangula la voz y una mujer decide omitir la palabra por absoluto, eligiendo no decir lo que en realidad siente ( aunque tiene mucho que decir), sella sus labios impretérritos. No necesita demostrar. Habla para sí misma y para su alma. Es entonces cuando la energía en su silencio, puede ostentar incluso a ser un orgasmo atronador…
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